La industria de la leche en Colombia enfrenta una crisis de consumo, con una disminución del 12% en los últimos dos años, según datos del sector. Esta situación ha generado 200 millones de litros de leche almacenados en bodegas y flujos de caja deteriorados que afectan a los productores.
Según Ana María Gómez Montes, presidente de Asoleche, «la producción ha disminuido ligeramente, en el año 2022-2023 disminuyó un poco, este año repunta un poco, pero realmente es muy discreto, uno, frente a la necesidad de consumo que nosotros tenemos y dos, nos sigue ganando campo la informalidad».
Para enfrentar esta crisis, el Gobierno nacional, a través de la ministra de Agricultura, Jhenifer Mojica, ha planteado varias estrategias. «Tenemos muchos desafíos que hemos venido discutiendo con el gremio, el tema de la necesidad de aumento del consumo, si lográramos hacer que los colombianos y colombianas aumenten el consumo de leche resolvemos los problemas de la economía de cientos de miles de familias en todo el país, otro problema que tenemos es la necesidad de la sustitución de importaciones, Colombia importa leche en polvo para la industria de alimentos, todo el tema galletería y demás, necesitamos avanzar en esa soberanía láctea».
Incluso en meses anteriores, el presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie, ha expresado su preocupación por la «crisis estructural» que enfrenta el sector lácteo. «Las crisis recurrentes de este sector empatan una con otra», señala Lafaurie, enfatizando que una de las principales causas es la sobrepoblación histórica de leche, que asciende a 7.414 millones de litros, mientras que el acopio formal solo alcanza los 3.283 millones de litros (44% de la leche producida).
Con estas cifras a la baja, estarían en riesgo 790 mil empleos en todo el país, lo que evidencia la gravedad de la situación que atraviesa la industria láctea colombiana.