Trasnochar con frecuencia y después de cierta hora puede afectar el cerebro, la salud mental y el metabolismo, advierte Harvard.
Para muchos, la noche es el momento perfecto para desconectarse del estrés del día, disfrutar de una serie, leer un libro o simplemente navegar en el celular hasta quedarse dormido. Sin embargo, lo que parece una costumbre inofensiva podría estar afectando la salud de manera significativa.
Un reciente estudio de la Universidad de Harvard reveló que trasnochar con frecuencia puede alterar el funcionamiento del cerebro y aumentar el riesgo de enfermedades físicas y mentales. Según los investigadores, dormir después de cierta hora impacta la estabilidad emocional, el sistema metabólico e incluso la salud ocular.
¿Cuál es la mejor hora para dormir?
Los expertos recomiendan que los adultos duerman entre 7 y 9 horas diarias y que el descanso comience antes de la medianoche. Dormir después de esta hora puede alterar los ciclos naturales del organismo y desencadenar los problemas mencionados.
Además, mantener una rutina de sueño estable y evitar el uso de pantallas antes de dormir puede mejorar la calidad del descanso y reducir el impacto negativo del trasnocho.
¿Por qué acostarse a dormir después de la medianoche?
El cuerpo humano sigue un ciclo natural de 24 horas que regula el sueño y la vigilia. Este ritmo biológico está programado para que las personas se mantengan activas durante el día y descansen en la noche. Pero cuando este patrón se altera, los efectos pueden ser preocupantes.
De acuerdo con la neuróloga Elizabeth Klerman, una de las investigadoras del estudio, después de la medianoche el cerebro no funciona de la misma manera. En este horario, la actividad cerebral se ve afectada, lo que puede provocar pensamientos negativos, mayor impulsividad y decisiones arriesgadas.
Las graves consecuencias de dormir tarde
Los investigadores de Harvard encontraron que dormir tarde puede estar relacionado con varios problemas de salud, entre ellos:
- Mayor riesgo de depresión y ansiedad: durante la madrugada, el cerebro es más propenso a procesar emociones de manera negativa, lo que podría aumentar el riesgo de trastornos mentales.
- Problemas metabólicos: trasnochar afecta la producción de insulina, lo que puede provocar alteraciones en los niveles de azúcar y aumentar la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2.
- Impacto en la visión: la falta de descanso adecuado puede generar síndrome de ojo seco, problemas en el flujo sanguíneo del nervio óptico e incluso aumentar el riesgo de glaucoma.
- Mayor riesgo de adicciones: según el estudio, las personas que permanecen despiertas hasta altas horas de la noche son más propensas a desarrollar hábitos impulsivos, como el abuso de alcohol o sustancias.
Aunque trasnochar ocasionalmente no representa un riesgo grave, convertirlo en un hábito puede afectar la salud de manera significativa. La recomendación de los expertos es priorizar el descanso nocturno y evitar la exposición a pantallas o actividades estimulantes antes de dormir. Dormir bien no solo mejora la salud mental y física, sino que también influye en el rendimiento diario y el bienestar general