
Cuando asumió la Presidencia, Gustavo Petro prometió que Colombia alcanzaría la paz en menos de tres meses de gobierno. Hoy, a diez meses de finalizar su mandato, la pregunta vuelve a resonar con fuerza: ¿estamos más cerca o más lejos de esa meta?
En los últimos días, el mandatario reiteró su intención de retomar los diálogos con el ELN y confirmó acercamientos con el Clan del Golfo para iniciar conversaciones en Qatar, como parte de su política de “paz total”.
Sin embargo, la realidad en varias regiones del país sigue marcada por la presencia de grupos armados, desplazamientos y enfrentamientos. Los desafíos son enormes, pero el Gobierno insiste en que el diálogo es el único camino posible para cerrar definitivamente el ciclo de violencia.
La sociedad colombiana espera resultados concretos: menos guerra, más oportunidades y una verdadera reconciliación nacional.