La víctima identificada fue Miguel Ángel Salas, conocido como el ‘Rey de la cebolla’, un campesino que luchaba por salir adelante y en búsqueda de cumplir su sueño de emprender en la agricultura, salió en su adolescencia a buscar oportunidades en el municipio de Nobsa, donde se enamoró de Lina Fernanda Gómez, una joven abogada.
A pesar de que su familia no aceptaba la relación, en el 2004, Miguel Ángel y Lina se casaron, causa por la que el campesino se alejó de su familia, hasta el nacimiento de su primogénito. A raíz de este suceso, la relación entre la pareja empezó a deteriorarse ante las constantes peleas y discusiones.
Fue en el 20211, cuando un hombre encapuchado llegó al municipio de Boyacá donde se encontraba El Rey de la Cebolla, le propinó tres disparos y en cuestión de segundos se dio a la fuga en una motocicleta.
De inmediato, el campesino fue trasladado a Salas a la clínica más cercana. Carlos Álvarez, quien transportó a Miguel Salas: “Decía ‘no me dejen morir”, indicó.
Las autoridades se pusieron al frente de la investigación del homicidio y fueron las llamadas clave para determinar con quién se había comunicado Castaño el día del asesinato. De esta manera, se estableció que había hablado con el subintendente de la policía de Sogamoso, Carlos Andrés Martínez.
Las autoridades siguieron el rastro del presunto asesino, logrando capturarlo e identificarlo como Ardinson López Castaño.
El patrullero Jeisson Alexander González afirmó que la actitud de Castaño era muy nerviosa e intranquila. La policía guardaba el celular de Castaño, donde encontraron pistas sobre el posible autor del crimen. La Fiscalía General de la Nación llegó a un preacuerdo con el sicario, que reveló toda la verdad detrás del crimen a cambio de una condena de 18 años.
Se aseguró que el subintendente lo había contratado para cometer el asesinato contra Miguel Ángel, y que la esposa de la víctima, Lina Fernanda, pagó por el homicidio. Mientras las autoridades buscaban a Lina Fernanda, el comandante Martínez fue acusado de homicidio agravado y aceptó los cargos.
Lina Fernanda Gómez fue condenada por haber participado y organizado el homicidio de su esposo, Miguel Ángel Salas Amado, aparentemente por motivos económicos. Gómez fue capturada el 11 de agosto de 2011 tras presentarse ante la URI de Sogamoso, Boyacá.
La sentencia fue emitida por un juzgado penal especializado de Tunja, Boyacá, por el delito de homicidio agravado en concurso con porte ilegal de armas.
Los hechos ocurrieron el 14 de junio de 2011, cuando fue capturado en flagrancia el autor material, Ardinson López Castaño. López aceptó los cargos imputados y en su interrogatorio reveló los detalles del homicidio, el cual fue planeado por Gómez, esposa de la víctima, un comerciante de cebolla a gran escala.
La investigación determinó que Gómez planeó la muerte junto a su amante, Carlos Andrés Martínez Duque, comandante de la estación de policía de Gámeza, Boyacá. También fue vinculado al proceso Germán Darío Mejía Vargas, funcionario de la policía de Boyacá, quien facilitó al sicario la motocicleta y el arma de fuego utilizada en el homicidio. Los amantes tenían la intención de quedarse con el dinero del comerciante.
El 23 de agosto de 2011, Martínez y Mejía fueron capturados y durante la audiencia de formulación de imputación realizada al día siguiente aceptaron los cargos imputados, imponiéndoseles medida de aseguramiento.
En cuanto a Gómez, el 28 de agosto se le imputaron cargos, los aceptó y se le impuso medida de aseguramiento en detención preventiva en establecimiento carcelario.