
El nombre del expresidente Álvaro Uribe Vélez vuelve al centro del debate político nacional a medida que se acercan las elecciones presidenciales de 2026. Aunque el exmandatario no se ha pronunciado públicamente, figuras cercanas a su círculo han planteado la posibilidad de que Uribe regrese a la contienda electoral como fórmula vicepresidencial.
El más reciente en avivar esta posibilidad fue su hijo, Tomás Uribe Moreno, quien este lunes afirmó que existe una estrategia para “neutralizar” judicialmente al líder del uribismo de cara a los comicios. “Frente al fracaso del gobierno Petro y el deterioro de la seguridad tras la legalización del narcotráfico durante la rendición de Santos a las Farc, Álvaro Uribe es el único líder que puede unir a la oposición democrática”, afirmó en un comunicado.
Tomás Uribe advirtió que tanto el presidente Gustavo Petro como el expresidente Juan Manuel Santos serían protagonistas en las elecciones de 2026, y que su padre podría ser clave para enfrentarlos. “Su participación, especialmente como vicepresidente, sería determinante para derrotarlos”, señaló.
¿Una propuesta seria o una especulación?
Aunque el expresidente Uribe guarda silencio, ya hay voces dentro del Centro Democrático que impulsan esta posibilidad. La senadora Paola Holguín, precandidata presidencial del partido, afirmó que “uno no puede tener mejor fórmula vicepresidencial que Álvaro Uribe”.
Otra precandidata, María Fernanda Cabal, también le pidió públicamente a Uribe que asuma ese rol: “Está más vigente que nunca, él no ha dicho que no, y tendrá que decidir si va como vicepresidente o si lidera la lista al Senado”.
En la misma línea, la senadora Paloma Valencia declaró a SEMANA el pasado marzo: “Ojalá lo sea, es la figura política más importante del país. Si hubiera reelección, el próximo presidente sería Uribe”.
A la espera del fallo judicial
Mientras crece la especulación, Uribe Vélez mantiene la prudencia. Está concentrado en el juicio penal que enfrenta por presunta manipulación de testigos falsos, cuyo fallo está previsto para el 28 de julio. El expresidente es consciente de que su futuro político depende, en gran parte, del resultado judicial. Si resulta absuelto, el camino político podría despejarse; si es condenado, su participación quedaría seriamente comprometida, aunque aún tendría recursos de apelación.
Lo cierto es que, pese al silencio del expresidente, su figura sigue generando expectativas y movilizando apoyos dentro del uribismo. La posibilidad de que Álvaro Uribe sea candidato a la Vicepresidencia en 2026 no está descartada y, dependiendo del fallo judicial, podría convertirse en una ficha clave en el ajedrez político del próximo año.